sábado, septiembre 08, 2007

Buenos días señoras larvas, buenos días señora muerte




Hoy he tenido una experiencia simple, pequeña pero de esas que te remueven algo allá en el fondo. Todo empezó con un desagradable olor en la cocina, un olor como el de esas carnicerías mal tenidas con carnes medias secas en las vitrinas... Bue el olor estaba desde hace ya unos diez días y aunque buscamos su fuente no la encontramos, sólo sabíamos que venía desde el lugar en donde está el refrigerador.
Comenzamos por correrlo trapear debajo pero nada ??? y el olor famoso seguía.
Hoy me levanté fui a la cocina y ahí estaba de nuevo, desenchufé el refrigerador y lo corrí lo más lejos que pude, plop! encontré la fuente de hedor un pedazo de carne muerta pero con vida llena de larvas gordas y grises que hacían caminar el pedazo de cadáver por el piso de mi cocina. Me estremeció, las larvas entrando y saliendo de ese pedazo de carne de lo que en algún momento fue un ser vivo, su olor que todavía tengo metido entre la nariz y la garganta. De inmediato pensé en volverme vegetariana extrema no comer nunca más ni siquiera un huevo, pero no sólo por lo repugnante de la escena sino por el verdadero peso que ésta tenía.
Así soy yo, así eres tú, así son los que quiero, así están o estuvieron los que pasaron por mi vida y cambiaron su estado, así de vulnerables como un pedazo de bistec que se pudre bajo mi refrigerador, como el asado que me comí ayer y que de no haber llegado a mi estómago estaría convertido, en eso; con ese olor terrible, a sangre a muerte.
Siempre he estado consciente de la vulnerabilidad humana, he caminado de la mano con la vida y la muerte desde que nací, pasé gran parte de mi infancia siendo amiga de las tumbas de los cementerios, pero hoy cuando boté a la basura ese simple pedazo putrefacto, estuve al lado de la muerte en otra dimensión una nueva, una no espiritual sino física, bueno en realidad estube al lado de la única muerte que yo concibo.

miércoles, septiembre 05, 2007

Cumpleañorado


Gracias por recordar mi cumpleaños señorita, cada año lo recuerdan más, sólo los esenciales