lunes, octubre 06, 2008

Desde mi Tren

Los días están más largos, el sol nos acompaña un ratito más todos los días... el viaje de vuelta a la casa se hace más llevadero, el sol da en la cara y nos entibia el cansancio del fin del día, vemos el paisaje, llegamos de día al hogar. Pero el sol desnuda otras realidades, realidades al costado del tren...cuando Viña se termina nos encontramos con las casas de los cabreros en el barranco que deslinda con la vía del ferrocarril, ahí una niña de chaleco rojo, a lo lejos, sentada en una silla en el medio del barrial de su casa, alimentándose de los últimos rayos del día, antes de entrar a su casa sin ventanas, a su casa helada y húmeda seguramente. Y el tren sigue pasando y el sol sigue saliendo y la niña sigue comiendo del mismo sol que comemos nosotros día a día...