viernes, diciembre 17, 2010

una vida lo que un sol...

Nací el 30 de Agosto de MILNOVECIENTOSSENTENTAYNUEVE, llovía y creo que era el día de llegar, y partí a la aventura de niñita de pelito corto criada como un niñitoo con vestiditos lindos...no fué fácil la infancia y no es que no haya tenido que comer o que me pegaran o que me obligaran a trabajar o lo típico de una infancia complicada, pero partió en la casa de mi Tata y mi Rile con un papá-niño (20) y una mamá-pollo tímida a poco andar la tragedia se vuelca en el hogar trágicamente muere el padre niño, la madre, la abuela y los demás se sumen en la real amargura, mi mamá esconde la cabeza en la tierra y trabaja hasta lograr no pensar. Y así partieron los viajes al cementerio a diario mi investigación en las tumbas aledañas las de niños, las de bomberos, las con fotos, las de curas, incluso la que más me impresionaba que era una de esas que van directo en la tierra con forma de caja mortuoria pero que tenía una pequeñita sobre una grande (madre e hij@), siempre la iba a mirar, aprendí los rincones del cementerio, también aprendí como llamar a las chicharras, a disfrutar de los 1 de Noviembre como un gran panorama...siempre hubo regalo pero nunca navidades con cena y alegría, mi má trabajaba hasta tarde nos acostábamos y mi abuela batía huevos para algún postre llorando y recordando tiempos mejores, supongo ahora yo, años nuevos para que decir...recuerdo a mi mamá comentando "me pillaron las doce frente al hospital en la camioneta"...que lata... Lo peor en todo caso era lidiar con la lástima del pueblo chico de la pobre niña, de que es igual con su papá y de todos los comentarios de las viejas trágicas...la infancia freak...con razón soy como soy si en el corredor de mi casa en vez de un escaño había un asiento de micro, en vez de ir a tomarme un helado (que también lo hice por si acaso) iba a llenar la micro de petróleo con mi tatita a las 10 de la noche y era amiga del "Caballero Simpatico" como yo llamaba a un bombero de bigotito y sonriente que nos atendía en el servicentro. Para completar todo este cuadro de infancia de novela de García Márquez la Iglesia era paseo obligado del Sábado jajajajaj me aburría como ostra con ese cura español Luis Todas se llamaba era una lata entre sus zetas y la amplificación de la iglesia era una mazamorra acústica y eso que según mi tata nos sentábamos en la mejor parte de la iglesia para escuchar...asi que todos los Sábados en la misma banca...lo mejor eran dos cosas la primera cuando era el momento de hincarse yo pasaba por sobre las piernas de las personas jajajajaj (de verdad me estoy riendo) y lo realmente bueno era que gracias a que nos sentábamos en la misma semana a semana en la misma banca adopté a otrps abuelos el Abuelito Waldo y la Abuelita Orfilia que lindos eran dulces como de cuentos y todas las semanas la Abuelita Orfilia le decía al Abuelito: "Waldo sal antes de la misa y cómprale calugas a la niña" y Waldo partía y cuando yo salía al fin de la misa eterna me esperaban unas calugas blandas y dulces envueltas en papeles plateados...ya me dió sueño continuará...

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