lunes, septiembre 13, 2010

Life on Pelotillehue

Esto de vivir en Pelotiquilpué me está gustando cada día más, salir a la plaza y tener el "Bar el Tufo", al "Pollo Farsante", tener de todo y juntito me encanta el tren que pasa por los pies de mi cama y que en veinte minutos me deja en la playa, el zoo detrás de mi casa (aunque no me gusta mucho), me hace sentir en el pueblito perfecto igual al que veía cuando chica en la revista Condorito y me encantaba, me daba tranquilidad, todos eran tan felices en esa revista y Condorito que podía ser de todo: rico, pobre, pintor, loco, doctor, enamorado, etc me hacía soñar con meterme a esa revista y ser un personaje más, vivir en esa eterna placidez de la que sólo son dueños Garganta de Lata, Ungenio González, Huevo Duro...es por eso que ahora que he llegado a este Pelotillehue no me pienso ir, me encantó. Viva Pelotiquilpué!

miércoles, septiembre 08, 2010

Gregorian Calendar


Equipada con mi maleta-primavera salgo al sol cámara en mano, libro de suspenso, chalitas y protector solar para los brazos y su maldita alergia al sol. Me dispongo a la temporada de florecer 2010/2011 (DOS MIL ONCE como pasa el tiempo de una plumada si parece que ayer era la primavera pasada) disfrutando como se disfruta de este tiempo, para mi el mejor del año, la cuenta regresiva para las vacaciones, la música navideña y todas esas cosas que acarrea el fin de un nuevo calendario gregoriano. Olorcito a árboles florecidos y que rico los disfruto y no muero de alergia al brote primaveral. Desmalezar el jardín, jugar al luche, sacar la mesa al patio, armar el toldo... aaaahhhhh en fin, tanto que hacer en esta época con olor a flor, con olor a gato enamorado. Vamos entonces por la última patita de este año...

lunes, septiembre 06, 2010

Mbajtësit e Kopeve


Yo nunca guardé rebaños,
pero es como si los guardara.
Mi alma es como un pastor,
conoce el viento y el sol
y anda de la mano de las Estaciones
siguiendo y mirando.
Toda la paz de la Naturaleza a solas
viene a sentarse a mi lado.
Pero permanezco triste, como un atardecer
para nuestra imaginación,
cuando refresca en el fondo de la planicie
y se siente que la noche ha entrado
como una mariposa por la ventana.

Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe haber en el alma
cuando piensa que ya existe
y las manos cogen flores sin darse cuenta.

Con un ruido de cencerros
más allá de la curva del camino
mis pensamientos están contentos.

Pensar molesta como andar bajo la lluvia
cuando el viento crece y parece que llueve más.

No tengo ambiciones ni deseos.
Ser poeta no es una ambición mía.
Es mi manera de estar solo.

**Heterónimo Alberto Caeiro