viernes, diciembre 17, 2010
una vida lo que un sol...
lunes, diciembre 13, 2010
Date a Volar
En el jardín florecen amapolas,
Y el néctar fino colma las corolas;
Mañana el alma tuya estará vieja.
Anda, suelta a volar, hazte paloma,
Recorre el bosque y picotea granos,
Come migajas en distintas manos
La pulpa muerde de fragante poma.
Anda, date a volar, sé golondrina,
Busca la playa de los soles de oro,
Gusta la primavera y su tesoro,
La primavera es única y divina.
Mueres de sed: no he de oprimirte tanto...
Anda, camina por el mundo, sabe;
Dispuesta sobre el mar está tu nave:
Date a bogar hacia el mejor encanto.
Corre, camina más, es poco aquéllo...
Aún quedan cosas que tu mano anhela,
Corre, camina, gira, sube y vuela:
Gústalo todo porque todo es bello.
Echa a volar... mi amor no te detiene,
¡Cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo!
Llore mi vida... el corazón se apene...
Date a volar, Amor, yo te comprendo.
Callada el alma... el corazón partido,
Suelto tus alas... ve... pero te espero.
¿Cómo traerás el corazón, viajero?
Tendré piedad de un corazón vencido.
Para que tanta sed bebiendo cures
Hay numerosas sendas para tí...
Pero se hace la noche; no te apures...
Todas traen a mí...
miércoles, noviembre 17, 2010
Antisocializándose

sábado, octubre 30, 2010
hacia dónde vamos???
Acá va otro año más entrando a la última patita del año, se nos vienen los actos las despedidas, los regalos, el ajetreo, el fin de año con todos sus "quehaceres" y parece que cada vez todo fuera más y más de prisa, parece ser que ayer me acosté cansada de la primera madrugada del año con sus comidas, risas y abrazos, cerrando los ojos haciendo un resumen y recibiendo con los brazos abierto al nuevo año, al verano, a las vacaciones y ya estamos casi en lo mismo y todo se repite de forma automática, correr, cansarse, gozar y todo de nuevo... pero hacia donde vamos en esta carrera desenfrenada de repetir un patrón, cuál es el sentido, cuál es el aporte y no es que no me guste la "obra en la que me tocó actuar" pero quiero un sentido no quiero sentir que estamos siendo arrastrados por una mano invisible que nos mueve como cuando nos metemos a un carro de metro repleto o caminamos en un tumulto que te lleva por donde va la mayoría y que no te permite ver ni atrás, ni adelante, que no te permite ni siquiera tener la esperanza de salir porque "es tan difícil" que mejor quedarse "seguros" ocultos en la multitud y es esa seguridad la que nos tiene ciegos, ciegos y yo quiero ver quiero saber, quiero escapar, quiero sentido...quién me dice para que somos???
lunes, septiembre 13, 2010
Life on Pelotillehue
miércoles, septiembre 08, 2010
Gregorian Calendar
lunes, septiembre 06, 2010
Mbajtësit e Kopeve

Yo nunca guardé rebaños,
pero es como si los guardara.
Mi alma es como un pastor,
conoce el viento y el sol
y anda de la mano de las Estaciones
siguiendo y mirando.
Toda la paz de la Naturaleza a solas
viene a sentarse a mi lado.
Pero permanezco triste, como un atardecer
para nuestra imaginación,
cuando refresca en el fondo de la planicie
y se siente que la noche ha entrado
como una mariposa por la ventana.
Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe haber en el alma
cuando piensa que ya existe
y las manos cogen flores sin darse cuenta.
Con un ruido de cencerros
más allá de la curva del camino
mis pensamientos están contentos.
Pensar molesta como andar bajo la lluvia
cuando el viento crece y parece que llueve más.
No tengo ambiciones ni deseos.
Ser poeta no es una ambición mía.
Es mi manera de estar solo.
viernes, septiembre 03, 2010
miércoles, agosto 04, 2010
Temporada de Tormentas Cerebrales
Me cargan los días en que despierto agotada...porque me dormí, me desvelé, me dormí denuevo y tuve que levantarme casi en ese instante...me cargan estos días en que despierto con la cabeza revuelta y pensante. Me iría a mi casa, me terminaría de secar el pelo, me sacaría la ropa, me pondría un pijama livianito, unas calcetas sueltas, mi chaleca verde de dormir (chaleca de perro) haría mi cama, que quedó sin hacer, y me metería adentro, cerraría las cortinas y encendería la telecompañía del televisor, la pondría en un canal nacional que no me entusiasme en donde se hable un cerro de naderías, que me importen nada y que actúen en voz bajita como una hipnotizante canción de cuna, apoyaría mi cabeza en la almohada más blanda, pondría otra almohada entre mis rodillas y me dormiría, con el deseo ferviente de que nadie interrumpiera mi sueño, que me dejaran sola hasta que yo me decidiera volver al mundo...me gusta la soledad...me gusta hacer lo que yo quiero, cuando quiero y con quien quiero o sin nadie si me da la gana...eso haría ahora mismito en un día CABEZÓN como éste...
domingo, julio 25, 2010
B E Y O N D . . .
sábado, junio 26, 2010
Tentaciones
lunes, junio 21, 2010
domingo, junio 13, 2010
Lista esta Lista
- Días nublados, nítidos y con viento tibio
- Días con lluvia
- Trabajar de noche en el PC acompañada de la cebolla de Radio Bio Bio
- Los temblores
- Los chocolates con almendras
- Las sorpresas
- Los correos electrónicos que son tipo carta
- Las noticias en la radio
- Los Cuentos de Cortázar
- La tipografía gringa
- El guatero
- El té con cedrón (recuerdo de los días martes de la infancia)
- Las cocinas grandes
- La bosca
- Terapia de tejido
- Mirar a mis gatos durmiendo
- El musgo
- El olor a tierra húmeda
- Mi agenda
- Los días de vacaciones (sobre todo los de la primera semana)
- Andar en bici cuando hay viento
- Acostarme después de que mis hijas se van al Colegio
- los super8
sábado, junio 12, 2010
Por ahí están los que sufren en este momento para ti...lee esto...
"La última vez que vi al maestro Ejo Takata fue en la modesta casa de una vecindad, en los límites superpoblados de la capital mexicana. Un cuarto y una cocina, no más. Yo iba allí en busca de consuelo, sufriendo por la muerte de mi hijo. El dolor me impidió ver las cajas de cartón que llenaban la mitad del cuarto. El monje se puso a freír un par de pescados. Yo me esperaba un sabio discurso sobre la muerte: “No se nace, no se muere… La vida es una ilusión… Dios da, Dios quita, bendito sea Dios… No pienses en su ausencia, agradece los veinticuatro años con que alegró tu vida… La gota divina regresó al océano original… Su conciencia se ha disuelto en la feliz eternidad…”. Todo eso me lo había dicho a mi mismo, pero el consuelo que buscaba en esas frases no calmaba mi corazón. Ejo sólo pronunció una palabra: “Duele”, y con una reverencia sirvió los pescados. Comimos en silencio. Comprendí que la vida continuaba, que debía aceptar el dolor, no luchar contra él ni buscar consuelo. Cuando comes, comes; cuando duermes, duermes; cuando duele, duele. Más allá de todo aquello, la unidad de la vida impersonal. Nuestras cenizas han de mezclarse con las del mundo…"
miércoles, junio 09, 2010
De proyectos, viajes y otras tantas
sábado, mayo 29, 2010
Colores
jueves, mayo 20, 2010
jueves, mayo 13, 2010
lunes, abril 19, 2010
:), :), :) y :)
Que lindo es seguir compartiendo y caminando juntos por la vida... gracias a todos por los lindos momentos en éste fin de semana otoñal...gracias también al dulce Manuel García...
miércoles, abril 14, 2010
Todas las Noches
lunes, abril 12, 2010
La llave...
jueves, abril 08, 2010
martes, abril 06, 2010
Amor 77
domingo, abril 04, 2010
lunes, marzo 29, 2010
Hojas
sábado, marzo 20, 2010
jueves, febrero 18, 2010
No veas la vida pasar súbete a ella...
-¡Buenos días! -le dijo éste-. Su cigarro se ha apagado. -Tres y dos cinco. Cinco y siete doce. Doce y tres quince. ¡Buenos días! Quince y siete veintidós. Veintidós y seis veintiocho. No tengo tiempo de encenderlo. Veintiocho y tres treinta y uno. ¡Uf! Esto suma quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno. -¿Quinientos millones de qué? -¿Eh? ¿Estás ahí todavía? Quinientos millones de... ya no sé... ¡He trabajado tanto! ¡Yo soy un hombre serio y no me entretengo en tonterías! Dos y cinco siete... -¿Quinientos millones de qué? -volvió a preguntar el principito, que nunca en su vida había renunciado a una pregunta una vez que la había formulado. El hombre de negocios levantó la cabeza: -Desde hace cincuenta y cuatro años que habito este planeta, sólo me han molestado tres veces. La primera, hace veintidós años, fue por un abejorro que había caído aquí de Dios sabe dónde. Hacía un ruido insoportable y me hizo cometer cuatro errores en una suma. La segunda vez por una crisis de reumatismo, hace once años. Yo no hago ningún ejercicio, pues no tengo tiempo de callejear. Soy un hombre serio. Y la tercera vez... ¡la tercera vez es ésta! Decía, pues, quinientos un millones... -¿Millones de qué? El hombre de negocios comprendió que no tenía ninguna esperanza de que lo dejaran en paz. -Millones de esas pequeñas cosas que algunas veces se ven en el cielo. -¿Moscas? -¡No, cositas que brillan! -¿Abejas? -No. Unas cositas doradas que hacen desvariar a los holgazanes. ¡Yo soy un hombre serio y no tengo tiempo de desvariar! -¡Ah! ¿Estrellas? -Eso es. Estrellas. -¿Y qué haces tú con quinientos millones de estrellas? -Quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno. Yo soy un hombre serio y exacto. -¿Y qué haces con esas estrellas? -¿Que qué hago con ellas? -Sí. -Nada. Las poseo. -¿Que las estrellas son tuyas? -Sí. -Yo he visto un rey que... -Los reyes no poseen nada... Reinan. Es muy diferente. -¿Y de qué te sirve poseer las estrellas? -Me sirve para ser rico. -¿Y de qué te sirve ser rico? -Me sirve para comprar más estrellas si alguien las descubre. "Este, se dijo a sí mismo el principito, razona poco más o menos como mi borracho". No obstante le siguió preguntando : -¿Y cómo es posible poseer estrellas? -¿De quién son las estrellas? -contestó punzante el hombre de negocios. -No sé. . . De nadie. -Entonces son mías, puesto que he sido el primero a quien se le ha ocurrido la idea. -¿Y eso basta? -Naturalmente. Si te encuentras un diamante que nadie reclama, el diamante es tuyo. Si encontraras una isla que a nadie pertenece, la isla es tuya. Si eres el primero en tener una idea y la haces patentar, nadie puede aprovecharla: es tuya. Las estrellas son mías, puesto que nadie, antes que yo, ha pensado en poseerlas. -Eso es verdad -dijo el principito- ¿y qué haces con ellas? -Las administro. Las cuento y las recuento una y otra vez -contestó el hombre de negocios-. Es algo difícil. ¡Pero yo soy un hombre serio! El principito no quedó del todo satisfecho. -Si yo tengo una bufanda, puedo ponérmela al cuello y llevármela. Si soy dueño de una flor, puedo cortarla y llevármela también. ¡Pero tú no puedes llevarte las estrellas! -Pero puedo colocarlas en un banco. -¿Qué quiere decir eso? -Quiere decir que escribo en un papel el número de estrellas que tengo y guardo bajo llave en un cajón ese papel. -¿Y eso es todo? -¡Es suficiente! "Es divertido", pensó el principito. "Es incluso bastante poético. Pero no es muy serio". El principito tenía sobre las cosas serias ideas muy diferentes de las ideas de las personas mayores. -Yo -dijo aún- tengo una flor a la que riego todos los días; poseo tres volcanes a los que deshollino todas las semanas, pues también me ocupo del que está extinguido; nunca se sabe lo que puede ocurrir. Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea. Pero tú, tú no eres nada útil para las estrellas... El hombre de negocios abrió la boca, pero no encontró respuesta. El principito abandonó aquel planeta. "Las personas mayores, decididamente, son extraordinarias", se decía a sí mismo con sencillez durante el viaje. |
viernes, enero 22, 2010
Носталгија Νοσταλγία בענקשאַפט Nostalgia
La nostalgia (del Griego Clásico νόστος "regreso" y ἄλγος "dolor") describe un anhelo del pasado, a menudo idealizado y poco realista.
La nostalgia es referida comúnmente no como una enfermedad ni un campo del estudio, sino como un sentimiento que cualquier persona normal puede tener. La nostalgia es el sufrimiento de pensar en algo que se ha tenido y que ahora ya no se tiene. La nostalgia se puede asociar a menudo con una memoria cariñosa de niñez, una persona, un cierto juego o un objeto personal estimado.
domingo, enero 17, 2010
VIETATO INTRODURRE BICICLETTE

En los bancos y casa de comercio de este mundo a nadie le importa un
pito que alguien entre con un repollo bajo el brazo, o con un tucán, o
soltando de la boca como un piolincito las canciones que me enseñó mi
madre, o llevando de la mano un chimpancé con tricota a rayas. Pero
apenas una persona entra con una bicicleta se produce un revuelo
excesivo, y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras
su propietario recibe admoniciones vehementes de los empleados de la casa.
Para una bicicleta, entre dócil y de conducta modesta, constituye una
humillación y una befa la presencia de carteles que la detienen
altaneros delante de las bellas puertas de cristal de la ciudad. Se sabe
que las bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su
triste condición social. Pero en absolutamente todos los países de esta
tierra está prohibido entrar con bicicletas. Algunos agregan:
inferioridad. Un gato, una liebre, una tortuga, pueden en principio
entrar en Bunge & Born o en los estudios de abogados de la calle San
Martín sin ocasionar más que sorpresa, gran encanto entre telefonistas
ansiosas o, a lo sumo, una orden al portero para que arroje a los
susodichos animales a la calle. Esto último puede suceder, pero no es
humillante, primero porque sólo constituye una posibilidad entre muchas,
y luego porque nace como efecto de una causa y no de una fría
maquinación preestablecida, horrendamente impresa en chapas de bronce o
de esmalte, tablas de la ley inexorables que aplastan la sencilla
espontaneidad de las bicicletas, seres inocentes.
De todas maneras, ¡Cuidado, gerentes! También las rosas son ingenuas y
dulces, pero quizá sepáis que en una guerra de dos rosas murieron
príncipes que eran como rayos negros, cegados por pétalos de sangre. No
ocurra que las bicicletas amanezcan un día cubiertas de espinas, que las
astas de sus manubrios crezcan y embistan, que acorazadas de furor
arremetan en legión contra los cristales de las compañías de seguros y
que el día luctuoso se cierre con baja general de acciones, con luto en
veinticuatro horas, con duelos despedidos por tarjeta.