lunes, julio 20, 2009

Domesticarse y Des-domesticarse

Que difícil es domesticarse (hablo del verdadero sentido de domesticarse, si no lo sabe lea capítulo 21 del Principito, acá lo encuentra http://www.franciscorobles.com.ar/libros/principito/pag21.htm) bueno como decía antes que difícil es domesticarse, acomosdarse a nuestro horizonte repleto de miles de realidades, a nuestro universo de relaciones que se nos cruzan en nuestro andar, relaciones normales (existe la normalidad?), relaciones, quietas, relaciones difusas, lejanamente cercanas y cercanamente lejanas, relaciones dementes, relaciones benignas y relaciones malignas, fugaces, perpetuas, en fin infinitas relaciones diferentes, de hecho a cada una se le podría poner un título que las distinguese. Domesticarse se nos hace cuesta arriba siempre, eso es ley de vida. Muchas veces no lo logramos, pero lo más duro viene después de la domesticación y es que muchas veces en la vida nos toca desdomesticarnos, dejar de encontrarse con los guiños que uno sigue esperando, como por reflejo, cuando viene el momento de desacostumbrar el corazón al o la domesticador(a), no vasta una semana para desdomesticarse quizás vasta una vida, quizás sólo la redomesticación ajena es la que da paz al alma domesticada en proceso de desdomesticación, paciencia, espera y redomesticación es lo que queda para tantos domesticados y luego abandonados como el gato abandonado que dejo la familia al cambiarse de casa.

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