Sueños, mensajes del Alma

Hace mucho tiempo que no experimentaba sueños tan claros, tan largos, tan nítidos, tan significativos, parece ser que mi alma en algún momento le puso un tapón a los sueños y no los dejó salir más, o por lo menos no permitió que me recordara de ellos como antes cuando soñaba y recordaba con una claridad increíble cada detalle cada palabra, cada personaje... pero estás últimas 24 horas entre mi noche y mi siesta se han presentado sueños como los de antaño y he quedado perpleja, sorprendida de las señales que me han regalado, los personajes han sido los correctos y me han dicho lo preciso, me han mostrado su corazón y lo que sienten, lo que les pasa; me han llamado a la mesura y a la delicadeza para con los otros, me han dicho que me olvide un rato de mi y deje mi vanidad guardada en el cajón del velador, los personajes de mi sueño estaban tristes por mi causa, estaban desconfiados, sufrían, y sufrían por mi responsabilidad, mejor dicho por mi irresponsabilidad, mi poco tino. Con estas señales del Alma me basta, es tiempo de detenerse, pensar dejarse a un lado, apostolado para los demás; creo que es el tiempo, el tiempo de preocuparse por cada palabra, por cada detalle, pues cada palabra que pronuncio abre un abismo profundo donde no quiero que caigan los que amo. Gracias a mis sueños: han llegado con su bote justo en el tiempo del naufragio.