Me congelo, me pierdo en la niebla, en el frío, acepto el rigor de este invierno que te enfría la nariz cuando lo miras cara a cara, sin quejas sin lágrimas, sin evitar, viviéndolo como todo en mi vida con todo el corazón, con la guata y el alma, como tragarse el jarabe para la tos que es wacala pero que te alivia del escozor de la garganta ese que no te deja hablar, que no te deja reir, que no te deja llorar. Acepto y cargo con todo en mi espalda, algunas cosas se irán cayendo por el camino, seguramente, porque todos los días ponemos cosas nuevas en nuestra carga, pero otras no se caerán jamas van conmigo para donde vaya y aunque sean como la piedra en el zapato las quiero así molestas o dolorosas, las llevo y las llevaré siempre...
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