miércoles, julio 15, 2009

Miércoles, el día (im)perfecto


Siempre me imaginé el Miércoles de color amarillo, naranjo o nose cafe-rojizo, día neutro, día raro. No es el amado y esperado Viernes, ni el Domingo con sol o lluvia que se siente rico por la mañana y deprimente por la tarde, ni el insoportable Lunes, ni el Martes de mi infancia, día de mi mamá en la casa. El Miércoles siempre pasó por mi vida como la cumbre de la semana en donde comenzamos a descender al anhelado fin de semana, pero hoy ha sido el Miércoles perfecto para mil cosas (buenas y malas). Miércoles suave y tibio arrullándome en sus brazos tibios, despejador pulmonar y ocular (jajajaj sonó médico eso). Día perfecto para cantar con los niños, para sacar fotocopias, para extrañar, para darle una vuelta a las cosas, para que mi voz hable en la radio, para una clase de piano, para un plato de porotos granados, para llegar temprano, para demorarse, para sanar, para volver a enfermar, para amar las nubes, para comerse un super-ocho, para perder las llaves y para volver a encontrarlas, para leer el mensaje de una antigua vecina, para tocar un tema de los Guns, para un corazón que no quiere estirarse (¿para qué?) para usar muchos() cuando escribo, para leer un ratito y ver tonteras en la TV en otro, para escuchar "La Medicina", para vivir lo bueno, lo malo y lo feo de la vida. Es este un Miércoles perfectamente imperfecto.

No hay comentarios: